¡¡LOS MANGOS UNA FRUTA DULCE, REFRESCANTE Y FÁCIL DE COMER!!
En Frutas Isabel la tenemos todo el año, así podremos disfrutar todo el año de sus beneficios ademas de su sabor.
El mango es un fruto tropical, pertenece a la familia de las Anacardiáceas o marañón. Originario del noroeste de la India y el norte de Myanmar a la vera de las laderas del Himalaya, se cultiva en el sureste de Asia, Sudáfrica, Egipto, Israel e Indonesia, en América está presente en Florida, Hawái, México, Brasil, Cuba y los países centroamericanos. En España se produce en Málaga, Granada y las Islas Canarias.
Propiedades del Mango:
Un mango maduro contiene 82% de agua, cumple funciones laxantes y diuréticas, su aporte calórico es bajo, pero eso no es todo, pues además contiene:
Vitamina C (ácido ascórbico). Importante antioxidante y necesaria para producir colágeno, aprovechar y eliminar grasas, cicatrizar heridas y fortalecer las defensas del organismo.
Vitamina A. Imprescindible para la salud del corazón, y es considerada uno de los principales antioxidantes (elementos esenciales que neutralizan los efectos destructivos que tienen sobre el organismo los contaminantes ambientales y el oxígeno); además, es necesaria para la vista, desarrollo de huesos, mantenimiento de tejidos y prevención de infecciones.
Riboflavina (vitamina B2). Vital para el crecimiento, reproducción, buen estado de piel, uñas, cabello y membranas mucosas, así como para la vista; también es fundamental para proporcionar energía a las células.
Tiamina (vitamina B1). Tiene efectos benéficos sobre el sistema nervioso y mente, por lo cual su acción es eficaz contra depresión, irritabilidad, pérdida de memoria y concentración, así como agotamiento físico; asimismo, favorece el crecimiento y la digestión de carbohidratos.
Calcio. Componente esencial de huesos y dientes; participa también en la coagulación de la sangre y transmisión de impulsos nerviosos.
Carbohidratos. Suministran energía, la cual es esencial para que cuerpo, sistema nervioso y cerebro funcionen adecuadamente, además para mantener normales los niveles de glucosa en la sangre.
Fibra. Su presencia hace más eficientes los procesos digestivos.
Fósforo. Resulta esencial para transformar en energía los alimentos que se consumen, pero también participa en la formación de huesos y dientes.
Hierro. Necesario para la producción de hemoglobina (sustancia contenida en el interior de los glóbulos rojos encargada de transportar oxígeno a la sangre) y mioglobina (oxigena músculos).
Magnesio. Permite el buen funcionamiento del sistema nervioso y aumenta la secreción de bilis (con ello favorece la digestión de grasas y eliminación de residuos tóxicos). Asimismo, ayuda a que disminuyan problemas cardiacos e interviene en el proceso de contracción y relajación muscular.
Niacina (vitamina B3). Indispensable para la salud del cerebro, pues se encarga del mantenimiento de las neuronas, así como de la formación de transmisores nerviosos y de hormonas sexuales, producción de insulina, buen estado de la piel y del adecuado funcionamiento del aparato digestivo.
Potasio. Se encarga de fortalecer la actividad del riñón al estimular la eliminación de toxinas a través de la orina. También ayuda a mantener adecuado ritmo cardiaco y presión arterial en niveles normales, y es esencial para la transmisión de todos los impulsos nerviosos.
Proteínas. Contribuyen a la salud de músculos y mejor rendimiento físico.
Su sabor es muy particular, persistente en el paladar, exótico y dulce, con fuerte aroma cuando esta maduro.
Su mayor consumo es como fruto fresco, aunque también se lo utiliza para hacer zumos, macedonias o ensaladas de frutas, confituras y mermeladas. La mejor época del año para su consumo es el otoño e invierno...
Se lo utiliza, en la alta cocina principalmente para platos salados, para elaboración de sopas, curréis, chutney (se utiliza el mango verde sin madurar) personalmente me encanta cuando esta verde, laminado finito, en ensalada sazonado con limón o lima para realzar su sabor, acompañado de rúcula, canónigos o berros.
Su mayor consumo es como fruto fresco, aunque también se lo utiliza para hacer zumos, macedonias o ensaladas de frutas, confituras y mermeladas. La mejor época del año para su consumo es el otoño e invierno...
Se lo utiliza, en la alta cocina principalmente para platos salados, para elaboración de sopas, curréis, chutney (se utiliza el mango verde sin madurar) personalmente me encanta cuando esta verde, laminado finito, en ensalada sazonado con limón o lima para realzar su sabor, acompañado de rúcula, canónigos o berros.
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